El vertido de aguas y lodos contaminantes en la cuenca del río Guadiamar como consecuencia del accidente ocurrido en la balsa de estériles de las minas de Aznalcóllar supuso un enorme impacto sobre la biota, en general, de esta área geográfica y sobre la fauna en particular. La restauración de la zona afectada y su recuperación funcional como corredor ecológico entre dos áreas naturales de gran interés requiere la realización de estudios encaminados a: conocer la situación actula de la fauna, una vez finalizadas las tareas de limpieza; caracterizar la fauna actual y potencial de la cuenca y realizar un seguimiento de los procesos de recolonización. Se plantea, así, un proyecto orientado a conocer el estado y dinámica de diferentes grupos zoológicos, principalmente invertebrados, de amplio expectro taxonómico y ecológico, que han demostrado ser buenos bioindicadores de los cambios ocurridos en su medio, además de elementos básicos en la estructura trófica de la comunidad.